Pueblo blanco de la costa, está antes de llegar a Sitges,
tiene un gran puerto deportivo y una buena playa. Lo mas sorprendente es que no
había nadie, calles vacías, estaba todo cerrado, los de la colla invadimos el
pueblo y deambulamos a nuestro capricho. No había ningún restaurante abierto,
los que se quedaron para la tarde,
comieron un bocadillo en un bar, 6 o 7 volvimos a Barcelona.
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